sábado, 17 de diciembre de 2011

LA HUIDA / CASUS BELLI


Espanya / Grecia, 2010
Directores: Victor Carrey / Yorgos Zois
Cliente: Subtitula'm
Pudieron verse en: Cinema Jove 2011

A pesar de actualizar desde Tailandia, os ahorrare hablaros del cine de Apichatpong Weerasethakul, cineasta tailandes que puso una pica en Cannes con peliculas que llevaron casi al orgasmo a los criticos de Cahiers du Cinema y que a mi me parecieron aburridas, cuando no directamente absurdas.
          Por eso prefiero hablaros de dos cortometrajes, el espanyol La huida, de Victor Carrey, que esta dando bastante que hablar, y el griego Casus Belli, de Yorgos Zois. A pesar de tratar temas diferentes, ambos tienen en comun ser ejercicios de estilo, donde el lenguaje cinematografico y el trabajo de direccion pesan casi mas que el guion. Me ha apetecido juntarlos porque ambos los sincronice dentro del mismo programa de cortos del ultimo Cinema Jove y, supongo que por las razones que he comentado, quedaron unidos en mi mente.
          En La huida, una voz en off nos va presentando una serie de situaciones y personajes que cobraran sentido en la ultima parte del corto, que discurre a camara lenta y con una cancion de Micah P. Hinson llenandolo todo. Ganador de muchos premios, entre ellos el del ultimo FIB, es un corto de factura impecable, un alarde de tecnica cinematografica, pero la historia que cuenta no pasa de anecdotica. Fascina mas la forma que el fondo.
          Un poco mas de enjundia tiene Casus Belli, sobre todo si lo relacionas con la dramatica situacion economica que esta viviendo Grecia. El corto consiste en un continuo travelling tras un carro de supermercado marcha atras, que comienza lleno de productos en un establecimiento y, tras cruzar varias escenas que van decreciendo en opulencia, acaba solo y vacio en medio de un paisaje desertico para regresar, empecinado y cual elefante en cacharreria, hasta la escena inicial. De nuevo una demostracion de buen hacer filmico y cuidadosa planificacion escenica, pero al servicio de una metafora, o al menos asi lo interpreto yo, de la crisis griega.

domingo, 4 de diciembre de 2011

GIJON 2011

El Festival Internacional de Cine de Gijon es la cita favorita de mi particular calendario festivalero. Sobre todo, porque se ve muy buen cine independiente. Pero tambien porque prefieren destinar parte del presupuesto a estupendos conciertos por la patilla antes que a memeces glamurosas y al alfombrarojisticas, si se me permite el neologismo. Y, por que no decirlo, porque se come de narices y los bares cierran tarde.
Como me ha pasado varias veces, la pelicula que mas me gusto del festival ni la traduje ni la sincronice. En este caso, fue Michael (pronunciese Mijail y no Maikel, pues es austriaca), a la que me meti a ver con otras companyeras el ultimo dia. Un retrato sobrio, frio, distante, de un pederasta a la austriaca, de esos que parecen excelentes personas pero guardan algo mas que vino anyejo en el sotano de sus casas unifamiliares. Gracias a su pulso narrativo y al acertadisimo reparto, me puso los pelos de punta. Aunque no tenga nada que ver, tambien me lo pase en grande con la gamberra Attack the block, en la que unos alienigenas, big gorilla wolf motherfuckers en la definicion de uno de los personajes, invaden el barrio londinense de Brixton y se las tienen que ver con una pandilla de macarras locales.
Los ciclos tematicos del festival rindieron homenaje a un par de directores alucinantes que me habia ido encontrando a lo largo de mi carrera: el austriaco Michael Glawogger y el frances Bertrand Bonello, diferentes entre si a mas no poder, pero con el denominador comun de tener una vision del cine personal e inconfundible. Del primero recomiendo Megacities, Whores Glory y Contact High. Del segundo, Tiresia y Lapollonide.
Pero Gijon es mas que cine, porque por la noche es casi obligatorio sacrificar horas de suenyo para acudir a los conciertos de la sala Acapulco. Este anyo pasaron por alli Tachenko, Luger, Za, La Debil, The Tikki Phantoms y Andre Williams, entre otros. Y, si no te toca pase matinal, se puede y se debe rematar la juerga en el Muddys, el bar de Silver. En fin, un festivalaco de los que hacen epoca, que para mi es mas intenso aun si cabe, pues al marcar el final de la temporada, suele ser la antesala de largos viajes a remotos lugares. Saludos, de hecho, desde Tailandia, razon por la cual este texto carece de acentos y enyes. Intentare actualizar un par de veces mas desde aqui si los medios y el tiempo lo permiten.
PD. Por la misma razon, perdonad si no aparezco mucho por vuestros blogs hasta mi regreso, no me he traido ordenador y dependo de cibercafes con conexiones de velocidad variable.