martes, 11 de diciembre de 2012

Gimme Shelter




EE. UU., 1970

Directores: Albert Maysles, David Maysles y Charlotte Zwerin.


Pudo verse en: Documentamadrid 2005 / Almay! 2008 / In-EditBeefeater 2012.



Este es un documental para traducir de rodillas, con la reverencia que se debe a los clásicos y las obras maestras. En principio, es una película sobre la gira estadounidense de los Rolling Stones de 1969, que culminaría con un concierto gratuito en Altamont en diciembre. Pero por los hechos trágicos que allí sucedieron y el contexto histórico, es mucho más que eso.

      Me explico: la masiva respuesta del público ante la convocatoria de un concierto gratuito de los Rolling Stones y bandas invitadas en el circuito californiano de Altamont desembocó en un caos que, como queda claro en varias ocasiones a lo largo de la cinta, se les fue totalmente de las manos a los organizadores. A ello se sumó el reparto indiscriminado de dosis de LSD adulterado y la brillante idea de contratar a un hatajo de Ángeles delInfierno camorristas y con la mano larga como personal de seguridad.

      La cinta tiene una primera parte que muestra actuaciones de la gira de los Rolling, grabaciones en carretera de repertorio nuevo y las negociaciones del abogado Mel Belli para conseguir un espacio en el que la banda pueda dar el concierto de despedida de la gira. La segunda parte es el concierto en sí, que comienza con escenas idílicas de los hijos de las flores pasándolo en grande.


      Ya durante los primeros conciertos, de The Flying Burrito Brothers y Jefferson Airplane, empiezan a aparecer algunos cuelgues monumentales entre miembros del público, lo cual aprovechan los Ángeles del Infierno para repartir una colleja aquí un varazo allá, a músicos incluidos, e ir calentando el ambiente. Cuando, ya de noche y con mucha gente de mal viaje, los Rolling Stones salen a tocar, tienen que interrumpirse varias veces ante las continuas agresiones de los Ángeles a miembros del público. Hay una sensación de tragedia inminente en el aire que culmina cuando un motorista apuñala a un joven negro y lo mata.

      1969 fue un año que marcó el fin del breve sueño hippie. Si los asesinatos del clan Manson le dieron la estocada en verano, el trágico concierto de Altamont le da la puntilla en diciembre. Eso está recogido en esta sublime cinta, cuyas imágenes finales, vistas bajo ese prisma, adquieren una amarga pátina alegórica: el apuñalamiento de la inocencia a manos de la violencia. Y hasta hoy.