España, 2009
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Juan Goytisolo |
Hace 50 años, el escritor
Juan Goytisolo recorrió, fascinado por la belleza de los paisajes y escandalizado por la situación de sus habitantes, las tierras de Níjar (en buena parte, el actual
Parque Natural de Cabo de Gata). Sus cuadernos de viaje dieron lugar a su obra
Campos de Níjar, actualmente descatalogada, que ofrecía una visión nada halagüeña de la España de Franco justo cuando el régimen empezaba a abrirse al turismo. Aprovechando la efeméride, el director Nonio Parejo regresa con el escritor a los escenarios de aquella obra, y en el viaje se van desgranando toda suerte de reflexiones, siempre lúcidas, sobre la España de entonces, la situación de los inmigrantes en los mares de plástico almerienses e incluso la guerra de Irak.
Cinematográficamente hablando, el documental no me fascinó, y se entremezclan las conversaciones con Goytisolo y la lectura de pasajes de su obra con unas escenas dramatizadas que, a mi juicio, no están muy logradas. Pero lo que es un lujo son las palabras mismas del escritor, y su visión profundamente humana de la vida y de nuestra época. Goytisolo es un autor comprometido donde los haya, siempre incómodo para el poder de turno. Desde el preboste franquista que, tras la publicación de su libro-denuncia sobre la situación del barrio almeriense de La Chanca, dijo: "el barrio necesita muchas cosas, y sobran Goytisolos", hasta la corporación municipal de El Ejido, que le declaró persona non grata tras un artículo criticando los disturbios racistas de dicha localidad. Como él mismo dice al final del documental, "si me dan un premio, dudo de mí mismo; si me declaran persona non grata, sé que tengo razón".
Os preguntaréis, siendo un documental español, qué pintaba yo como traductor. La respuesta es que lo traduje al inglés, algo que no se debe hacer (traducir a una lengua que no es tu lengua materna)... a menos que tengas la decencia de renunciar a parte de tus emolumentos para que te revise el texto un nativo, como hago en estos casos, no muchos, en que pongo mis conocimientos de la lengua de Shakespeare a prueba, más que nada por el reto y por cambiar de aires.