miércoles, 9 de enero de 2013

Subtitular para quien no oye





Quiero empezar este año (por cierto, feliz 2013) con una entrada diferente, que no habla ni de traducción ni de cine, pero sí de subtítulos y TV. Una directiva europea obliga por ley a las cadenas de TV, públicas y privadas, a incrementar paulatinamente, año a año, su porcentaje de programación adaptada con subtítulos para sordos. Eso ha ampliado un mercado, con sus luces y sus sombras, que nos ha venido muy bien a los traductores audiovisuales para diversificar nuestros servicios y tener algo que llevarnos a la boca cuando las traducciones escasean.

            Sí, la subtitulación para sordos ha sido el último boom en nuestro sector y a mí, al menos, y crucemos los dedos, me está sirviendo para capear la crisis como siempre he tenido la suerte de hacer, sin apreturas pero sin alardes. Esa es la luz. Las sombras son las bajas, en ocasiones ínfimas, tarifas que se imponen a los subtituladores. Detesto comparar España con Francia, porque es como comparar un cayuco con el Queen Mary tan solo porque flotan en el mismo mar, pero es la única referencia que tengo. Según me comentaba una compañera, allí se paga este trabajo a entre 5 y 6 euros brutos el minuto. Aquí, si te dan dos, puedes darte por afortunado, y lo habrás conseguido tras una durísima negociación.  A muy buen ritmo y con suerte puedes subtitular unos 50 minutos al día. Además, necesitas hacerlo con un programa de subtitulación profesional, no valen los freeware, y cuestan bastante dinero.
             También es un trabajo más mecánico y menos creativo que traducir, porque siempre se trabaja con material doblado. Básicamente, el proceso consiste en transcribir lo que se dice resumiendo ya mentalmente y dividiendo en subtítulos para ahorrar tiempo, prestando atención a todo tipo de sonidos o entonaciones que ofrezcan información que un sordo necesite para comprender bien lo que sucede. Luego, hay que sincronizar los subtítulos con la imagen y aplicar unos códigos de colores en función de la importancia del personaje y repasarlo todo para asegurarse de que los subtítulos no van demasiado rápido y se pueden leer.

            En fin, ese es el proceso por el que esos -a veces molestos para los oyentes, siempre indispensables para los sordos- subtítulos de colorines de la TDT llegan hasta vuestras pantallas. Como veis, no es para echar cohetes: es más aburrido, el material a traducir suele tener menor calidad que cuando trabajas con cine (¡esas telenovelas venezolanas!) y está peor pagado. Está claro que mi sueño sería traducir sin parar a gente como Woody Allen o François Ozon, pero lo que pierde mi ego lo gana mi equilibrio mental al no tener que esperar cada fin de mes con más acojone del imprescindible.

            Ah, y siempre es reconfortante que tu trabajo permita que una minoría cotidianamente olvidada pueda ver la tele y enterarse, mal que bien, de lo que está viendo, que no oyendo. Luego ya, si lo que quieren es ver Sálvame Deluxe, allá ellos...

11 comentarios:

  1. Esto es bueno, por algún sitio habria que capear la crisis, ME ALEGRO MUCHO, sobre todo si es para gente cercana.

    Un salufo afectuoso.

    El tio Pedrete.

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  2. Como tu bien has dicho, si esto sirve para capear la crisis, bienvenido sea. Me gustan estas explicaciones porque después los televidentes no sabemos reconocer el trabajo que tiene hacer lo que tu haces.

    un abrazo
    fus

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  3. Aún aparentando resultar un trabajo que luce bien poco su impacto en los que lo necesitan no tiene precio. Realmente interesante, gracias por divulgarlo.

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  4. Hola, gracias por tu visita a mi blog.

    Ahora que leo tu entrada quiero decirte que sí, que me parece muy interesante, detrás de la tramoya, de una pelicula, en el montaje, en la edicción, en tantas facetas que pasamos inadvertidas siempre hay un trabajo, que este caso es importantísimo para muchas personas, claro que solamente nos damos cuenta cuando esa ayuda se necesita a nivel personal o para alguien allegado.

    Un abrazo


    Buen post

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  5. Me parece muy bien que se ayude cada vez más a todos los que tienen algún tipo de minusvalía, y en este caso aplaudo aún más tu trabajo.

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  6. Veo muy interesante lo que cuentas en tu entrada, con tus explicaciones nos pones al día de los secretos del cine, son desconocidos para nosotros, vemos las películas y no sabemos lo que hay detrás, pasa como en la televisión, que se ve todo tan bonito y luego detrás solo hay un escenario y un montón de cámaras grabando, lo ví una vez que estuve de invitada en un programa de una televisión privada.
    Un abrazo, hasta pronto querido amigo

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  7. Hola, he visto tu comentario a mi entrada y he venido a contestarte a lo que me dices.
    Dices que eres de los que piensas que si pudieramos regresar al pasado lo haríamos para cometer los mismos errores, en eso difiero contigo, creo que si volvieramos a vivir y lo pasado pasado, no tropezaríamos con la misma piedra.
    Un abrazo.

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  8. Resultan muy interesantes tus comentarios.
    Gracias.
    Salu2.
    ¡ay, no me digas que también tú has habilitado el mecanismo ese de escribir las letras dobladas y los números para publicar comentarios!

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  9. Pedrete:

    Gracias por tu alegría. Cosas de la vida, sé subtitular para sordos gracias a los únicos mangurrianes que jamás me pagaron. Pero esa es otra historia y merece ser contada en otra ocasión.

    Fus:

    Hay tantos trabajos que pasan desapercibidos... De todos modos, una cualidad del buen traductor es que su trabajo sea imperceptible, de modo que el espectador no piense en lo que está viendo como algo "traducido", o sea que...

    Sergio y Coté:

    Creo que pasa con muchos trabajos. Hay cosas cotidianas que nos hacen la vida más fácil o que resultan mismamente imprescindibles para la supervivencia y las damos por hechas, como si nos cayeran del cielo, sin pensar en el trabajo y los trabajadores que hay detrás.

    Toro:

    Gracias. Coincido. Si se habla de la invisibilidad de ciertos trabajos, qué decir de la invisibilidad, o ninguneo, de las minorías, con minusvalía o sin ella.

    Demófila:

    La magia del cine y de la tele son precisamente sus secretos, o su capacidad para crear la ilusión de que lo que vemos está pasando realmente, cuando, si traspasas la cuarta pared, te das de lleno con un montón de cámaras y técnicos.

    Dyhego:

    Gracias. Sí, he tenido que habilitarlo, porque me estaban entrando spams. En unas semanas los deshabilitaré, a ver si ya se han cansado de mí. Perdonen las disculpas, que dijo aquel... ;)

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  10. Anda, qué curioso tu trabajo! es que en mi casa nos traen de cabeza los subtítulos (series, pelis, documentales...) y sincronizarlos puede llegar a ser una risa o un cabreo.

    Por otro lado rezo cada día para que la gente que desinteresadamente subtitula todo lo estrenado, sobre todo de USA y de la BBC, sea bien tratada por los dioses. Así sea. Qué majos!

    Me gusta tu trabajo, aunque como todos los trabajos interesantes (ya, imagino que sólo a veces) sea a salto de mata. Asi es esta vida, cachis!

    Un saludo, de esta calamar.

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  11. Yo soy subtitulador para sordos y me siento muy halagado tras leer tu entrada :) ¡Un abrazo!

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