La publicación de un artículo publicado en un blog de El País ha generado cierto revuelo en un foro de traductores audiovisuales en el que participo. Habla de fenómeno de los fansubbers, es decir, los aficionados a las series que se unen en comunidades virtuales para traducir entre unos cuantos sus series favoritas sin cobrar. Si queréis saber de qué hablo, podéis leerlo aquí.
El texto generó un encendido y a veces agrio debate que podría resumirse en el siguiente titular: “Fansubbers, ¿intrusismo o altruísmo?” Yo, de lo primero, mejor me callo, porque mi formación universitaria es como periodista. Creo que llevar diez años dedicado profesionalmente a la traducción audiovisual, y de ellos los últimos seis viviendo exclusivamente de ella sin jolgorios pero sin apreturas, y haber sido aceptado sin peros en dos asociaciones de traductores me acreditan como traductor profesional, pero como digo, por si acaso, no me meto en acusaciones de intrusismo.
Yo no creo que los fansubbers sean culpables de intrusismo, simplemente porque no compiten en la misma liga. Me pareció muy acertado el enfoque de Milagros de Juan, que a veces comenta en este blog, y a continuación querría ahondar brevemente en ello. Decía Mila que lo malo de dicho artículo eran algunas afirmaciones de los entrevistados, quizá no suficientemente matizadas por la periodista y que podían llevar a confusión.
En ese sentido, yo me quedo con dos de la estudiante de Estadística Aplicada de 22 años. La primera es que “no considera que sea un trabajo por el que se debiera recibir una remuneración económica”. En tu caso, desde luego que no: ni tienes la formación adecuada ni tu traducción va a ser comercializada, generando negocio o un valor añadido. Pero la frase, dicha así, en general, nos toca las narices a los que precisamente vivimos de esto y, día sí y día no, nos encontramos con algún menda que, al saber qué hacemos para pagar la hipoteca, arquea las cejas en plan: “¿Y por eso te pagan?”
La segunda es que hay series cuyos subtítulos pueden estar listos “en un par de horas”. Se refiere, claro, a que son populares, todo el mundo quiere traducirlas y como hay muchos traductores, se traducen más rápido. Vale, bien, de acuerdo, pero en dos horas ya os digo yo que es imposible hacer una traducción decente, ni siquiera en equipo. Precisamente, el artículo me pilló traduciendo una serie estadounidense y empleo día y medio para dejar un episodio de 40 y pico minutos “niquelado”. Hacerlo en dos horas, por muchos colegas que te apoyen, no da como resultado una traducción, sino una mierda pinchada en un palo. Demasiados fansubs suelen tener bastante poca calidad y muchos modismos y juegos de palabras se traducen literalmente, en plan from lost to the river.
En general, lo que me pareció grave del texto es que se desprende una idea general de que para traducir una serie basta con defenderse con el idioma. Esto es de una soberbia y miopía imperdonables y un error garrafal que, por cierto, creo que cometen muchos advenedizos que han pasado un año en Londres y luego vuelven a España y tienen la brillante idea de que saben el suficiente inglés como para ponerse a traducir. No fucking way, traducir (bien, se sobreentiende) una película o serie es mucho más que dominar un idioma extranjero y el tuyo propio: es también intuición, modestia, desconfianza, apego por el diccionario, imaginación, ingenio, capacidad de adaptación y síntesis y una pizca de talento. Estos traductores descuidados y supuestamente profesionales sí que hacen daño, no un hatajo de chavalines que emplean su tiempo libre en subtitular series sin distribución en España. Y si con ello aprenden o mejoran el idioma, eso siempre es de agradecer en un país que todavía no conoce un presidente del Gobierno que haya hablado inglés sin sacarnos los colores.
Jota:
ResponderEliminarMe parece muy acertada tu postura. Desde luego aquí, en España, ningún esfuerzo ni ningún talento es reconocido, por mucho que sea un tópico decirlo.
Duelo mucho ver que tus esfuerzos por que tu traducción sea lo más exacta y apropiada posible sean tirados por tierra y es que, como se suele decir, aquí el más tonto hace relojes.
Después de ver a Belén Esteban casi subida al podio del periodismo... se entiende todo.
Por cierto, soy acérrimo defensor de los doblajes.
Salu2.
Comprendo tu postura como profesional que eres y aunque tenga cierta mano abierta hacia tus compañeros, que empiezan, es normal que las primera traducciones sean fallidas para el principiante.Pero de ahì, a que se crean grandes traductores porque saben un poco de inglès, va un camino largo por recorrer. El intrusismo en los profesionales de medios de comunicaciòn es una vergüenza nacional.Espero que no te infecten estos personajes mediàticos.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu entrada.
un abrazo
fus
Hola, Jota, ya te había contactado para que habláramos sobre el análisis de Modern Family para mi trabajo de máster. Tienes toda la razón en hablar sobre la calidad del producto y lo que se necesita para traducir bien y expresar tu indignación, que comparto, al decir que la sociedad cree que cualquiera puede ser traductor. Sin embargo, para mi sorpresa, he encontrado que algunas empresas de traducción atan de pies y manos al traductor y se evidencian acciones que no son correctos. Por supuesto, cuando te dan un documento en word y te dicen "traduzca sin pasarse de los caracteres estipulados" es muy difícil darse cuenta si cada segmento que traduces tendrá los tiempos o los fotogramas necesarios y manifestados en la teoría y, por supuesto, no tienes derecho a reclamar. Con lo que he visto -y si me lo permites, te pasaré el trabajo cuando lo tenga terminado- me parece que no solamente vale tu formación como traductor, sino también el hecho de que puedas utilizar ampliamente esa formación y no tener que limitarte a las condiciones de una empresa, que puede no estar en lo cierto con algunos asuntos teóricos. Un saludo y seguiré tu blog.
ResponderEliminarTe he leído detenidamente, muy acertado el artículo de El Pais, llevas toda la razón, pero no solo pasa entre los traductores de películas o series, pasa en todoslos campos del trabajo, sea del tipo que sea.
ResponderEliminarSolo tienes que ver la televisión, los programa llamados basura, l@s entrevistador@s no tiene títulos de periodismo y actuan como tales, quitándoles el puesto a los titulados, que están sin trabajo, cobrando un pastón solo por dar la cara tan dura que tienen criticando a todos por nada.
En otros campos también pasa, los que han estudiados carreras universitarias son suplantados por los que han hecho simplemente un F.P., que cobran casi igual que ellos, sin titulación y les quitan el trabajo,que igual no hacen bien, luego llaman a los titulados para que arreglen lo que ellos han hecho mal.
Se pueden seguir poniendo ejemplos, pero este comentario sería muy largo, como ves en todos los campos pasa lo mismo que en el tuyo, el mal es general.
Besos, hasta pronto querido amigo
Si hace 20 años o menos la fotografía comenzó a dejar de ser un campo exclusivo de gente capaz de costearse su caro kit profesional (gracias a la distribución de cámaras fotográficas portátiles a bajo costo), parece que con la traducción se nota algo parecido en una especie de choque de tendencias generacionales.
ResponderEliminarLas descargas de películas o series por internet ya parecen ser habituales de gente de 30 años para abajo en su mayoría. Entre los más cinéfilos y puristas del lenguaje original de las películas o series sea el caso va siendo habitual buscar subtítulos en línea, los cuales no siempre son de la calidad que uno espera. Más de una vez lidié con sincronizar los diálogos con las escenas, además de corregir la ortografía y gramática. Eso mediante el software de subtitulado que uno se encuentra en la red. Digamos que en mi caso he sido más egoísta, pues de las correcciones en las que me he obligado hacer no me he sentido en la obligación “moral” de hacerme un perfil en la página en la que descargo subtítulos para subir el que corregí. Igual en formar parte de cualquier colectivo de subtituladores anónimos que emplean su tiempo libre para la actividad. Digamos porque ya no estoy para darme lujo de estar de lleno en esa actividad en mis ratos libres.
Para ser sincero he de reconocer que el trabajo de subtiltulado es demasiado arduo y más si se busca hacerlo de la mejor calidad posible. Que tanto el lenguaje, la cultura y la gramática sean acordes a las películas o series que trata, quedando lo más neutro posible y libre de modismos coloquiales propios de cualquier región hablante. Creo que se debe de reivindicar el subtitulador de oficio, aquellos dominan al menos tres idiomas, los que para cada encargo no se limitan con el diccionario y van más allá investigando. Igual manera tampoco a esa minoría de subtituladores anónimos que se empeñan hacer de la labor un pasatiempo de calidad, que los ayude en una mejor comprensión y desenvolviendo de los idiomas, que a la de menos algunos terminen siendo una nueva generación de subtituladores de oficio. No en la prisa inmandura de quienes quieren ver un estreno o la nueva temporada de alguna serie, que se conforman con lo chabacano.
Hola, he recibido tu email, gracías por envíarmelo, bienvenido, espero que hayas disfrutado de tus vacaciones, te he echado de menos.
ResponderEliminarAl recibir tu correo creía que habías sacado una entrada nueva, pero veo que no, cuando la saques espero que me avises, como siempre.
Un abrazo, hasta que tú quieras.
Hombre, sinceramente, que un licenciado en periodismo que ejerce de traductor se queje de intrusismo por los fansubbers, resulta al menos un tanto insólito...
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