Reino Unido, 2008
Director: Julian Doyle
Reparto: Simon Callow, Kal Weber, Lucy Cudden y Jud Charlton.
Cliente: Subtitula'm
Reconozco que me dejé llevar por los prejuicios. Cuando, como tengo por costumbre, abrí la ficha de esta película en la IMDB antes de empezar a traducirla, el nombre del guionista me hizo clic en la cabeza. ¿Bruce Dickinson? ¿Pero ese no era el cantante de Iron Maiden? Efectivamente. Y pensé que una película de terror en la que Aleister Crowley se reencarna en un profesor tartaja de Cambridge a través de un experimento de física cuántica ya sonaba lo bastante mal como para que encima la firmara un cantante de heavy metal, más que nada por aquello de "zapatero, a tus zapatos". Pensando que se avecinaba un bodrio, me consolé pensando que su traducción sería sencilla y ligera.
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Aleister Crowley |
Me equivoqué en ambas cosas. ¿Es Chemical Wedding una buena película? Yo no diría tanto. ¿Es un pestiño? En absoluto. Digamos que, pese a verse afectada por una factura y unas formas que parecen condenarla a un paso efímero por el limbo de tres o cuatro cines antes de caer al infierno del DVD, la película se deja ver y resulta entretenida. Y, desde luego, no resultó nada fácil de traducir, pues Dickinson y Doyle, que coescriben la película, se documentaron muy bien tanto sobre la vida y doctrina del que fuera considerado el hombre más malvado del mundo como sobre la física cuántica, y la película plantea interesantes conexiones entre ésta y la alquimia. Y, claro, me tocó documentarme a mí también, lo cual ralentizó bastante el proceso de traducir una película que a priori se presentaba sencilla.
La física cuántica nos dio también que hablar en el almuerzo en la oficina y pude constatar que no tengo amueblada la mente para las teorías abstractas, porque por mucho que me leí la paradoja del gato de Schrödinger, no la acabé de entender del todo, y la interpretación de Copenhague no la habría entendido más si hubiera estado escrita en danés. Aun así, reconozco, desde mi ignorancia, que esta parte de la ciencia puramente teórica me parece fascinante y tan extrema que sus teorías e hipótesis, aun basadas en rigurosos planteamientos científicos, parecen los desvaríos de un literato iluminado.