EE. UU. / Alemania, 2009
Director: Quentin Tarantino.
Intérpretes: Brad Pitt, Mélanie Laurent, Christoph Waltz
y Michael Fassbender.
Cliente: Subtitula'm.
Pudo verse en: Festival de San Sebastián 2009.
Creo que todos conocéis esta película, por lo que tampoco me detendré demasiado en analizarla. Para mí, supuso la reconciliación con el Tarantino que me flipó en mis años mozos con Reservoir Dogs y Pulp Fiction y me dejó frío con Kill Bill. La película me encantó, y hablo con conocimiento de causa porque la sincronicé tres veces en San Sebastián el mismo día, me tocó hacer un cuarto pase y aún tuve las narices de ir a verla de nuevo al cine en Valencia.
La
traigo al blog porque la manera en que trabajé con ella fue bastante peculiar. Como
sabréis los que la habéis visto, en la película se habla inglés, alemán,
francés e incluso italiano en una escena breve. En la sección oficial del
festival de San Sebastián, todas las películas de habla no inglesa deben ir
subtituladas al inglés y al castellano. La copia que se iba a proyectar estaba
subtitulada al castellano, pero las partes en los otros tres idiomas no venían
subtituladas al inglés, y ahí entraba nuestro trabajo: sirviéndonos del guion
multilingüe, debíamos crear los subtítulos en inglés para dichas partes.
Para añadirle emoción a la cosa, al tratarse de la nueva
obra de un cotizadísimo director, por miedo a la piratería no nos
proporcionaron una copia de trabajo de la película, sino un archivo con la
banda sonora. Es decir, que para cortar y dividir los subtítulos solo podía
escuchar los diálogos, sin ver imagen alguna. Nunca había tenido que trabajar
así y se me hacía muy raro, pero la imaginación volaba.
Así,
intrigadísimo por ver la película ya completa, fui la muy lluviosa mañana del
primer día del festival con il capo Santi Torregrosa para el pase de prueba con
la productora en el Victoria Eugenia, destinado a pulir fallos y errores
inevitables cuando trabajas sin imágenes. Primer visionado de la peli. A pesar
de la concentración en mis labores, flipé con ella. A mediodía, pase de prensa
en el Teatro Principal. Ya más relajado, volví a flipar. Y a la noche, gran
estreno con público en el Kursaal. Ya me la sabía casi de memoria y saboreé
hasta el último detalle.
En fin,
una modesta odisea profesional que por fortuna tuvo como protagonista una
película muy entretenida con interpretaciones magníficas, porque si me llega a
tocar subtitular tres veces el mismo día un tostonazo, habría sido para
plantearse un cambio de profesión.